sábado, noviembre 16, 2013

ESTACIONES

Hace un tiempo los escritores hablaban de la primavera, del verano, del otoño, del invierno, los pintores las pintaban, Vivaldi les componía música dedicada, la gente las añoraba.

De un tiempo a esta parte, quizá por la acción del hombre, quizá por el devenir de los tiempos, por estas tierras dos de ellas han desaparecido, y pasamos del verano al invierno, y de éste de vuelta al primero. Pasamos de la manga corta al sweter de lana, del sol radiante a los cielos grises, de la alegría a la tristeza, de forma abrupta, sin tiempo ni preparación para adapatarnos al cambio... la Montaña Rusa.

Y es que, así como el cuerpo necesita de primaveras y otoños, la mente necesita de épocas de transición de alegría mesurada, de preocupaciones aliviadas, de entrenamiento, tanto para gestionar la felicidad en tiempos de abundancia como para domar a los monstruos en épocas de crisis.

Porque vivir se puede en la montaña rusa, si uno es fuerte y valeroso, voluntarioso y dedicado, ilusionado; pero más antes que después el alma se agota y el cuerpo se consume.

Por eso, si las estaciones de tránsito desaparecen hay que buscarlas, si llegan hay que reconocerlas y vivirlas, porque son buenas, porque nutren, porque entrenan y preparan, para lo bueno y para lo malo. Así que PACIENCIA.

Todo pasa, todo llega.


viernes, noviembre 08, 2013

RECAPITULACIÓN

Dragones, monstruos, princesas, montañas rusas, caracoles muertos, escarabajos salvados, enchufes, apagones, boxeadores boxeados...

Idas, venidas,
subidas, bajadas,
nervios, calmas,
viajes, reposo,
deporte, pereza,
valentía, indecisión,

vida, no vida,

Demasiada agitación, demasiada entropía, demasiadas decisiones que tomar, demasiadas indecisiones.

Cansancio, sensibilidad.

Quizá lo mejor es no pararse a pensar, no recapitular, simplemente continuar hacia adelante, mirar atrás solo para no caer en los mismos errores ni tropezar con las mismas piedras (más de dos veces). Quizá sea lo mejor; pero para eso uno necesita la máquina engrasada, y cuando ésta falla cuesta más. Pero mientras funcione, para atrás ni para coger impulso.

El problema es que tanto esfuerzo cansa, agota, y genera sensibilidad que afecta al ánimo, que, dañado, a su vez afecta a la marcha. Afortunadamente uno tiene las herramientas para reparar el ánimo, ya que no las tiene para reparar la máquina. Hay que seguir empujando, al fin y al cabo ningún puñetazo es tan grave salvo el final.

Pero caramba!, que uno ya va teniendo ganas de que le toque la lotería, esa que no te compra chalets ni te paga viajes, pero que te descansa el alma.

Ajetreo, descanso...descanso...Descansa!.


viernes, noviembre 01, 2013

STAND-BY

... but enjoying.

Hay momentos en la vida en los que, simplemente, no pasa nada. Días, meses, semanas, horas, en los que uno espera, y a veces se desespera, mientras nada digamos "espectacular" pasa. Momentos en los que uno puede llegaba a desear hasta que vengan los problemas, simplemente para romper la rutina.

Pero uno aprende que "standing-by" (modo en espera) no es malo si uno aprende a disfrutar de la espera, si uno contradice el refrán y no desespera con la espera. Hace poco alguien se sorprendió mucho cuando dije que en las citas solía esperar 45 minutos antes de empezar a preocuparme sobre si algo había pasado a con quien hubiera quedado. En estos tiempos de grillos ('smart'phones) nadie espera ni cinco minutos, porque nadie ha aprendido a disfrutar de la espera y de la alegría del encuentro, del evento, cuando llega, cuando sudece, tras una larga espera. Hoy en día, el que NO espera desespera.

Porque la espera te da tiempo, TE DA TIEMPO, para conocer gente estupenda, para hacer cosas que nunca hiciste, para pensar, para pensarte, para escribir esta entrada del blog, por ejemplo. La espera te enseña, te calma si la calmas, te ilumina. En la espera uno se conoce, más, se reconoce, se sana, se cuida, se mima.

Así que aquí estamos, esperando a que algo pase, pero atento y en movimiento, standing-by...but/and enjoying.